La Endodoncia es el área de la Odontología que se encarga del estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades que afectan al tejido pulpar y de sus complicaciones en tejido óseo. El tejido pulpar, conocido comúnmente como el nervio “es como la médula del diente” y tiene varias funciones, entre otras, alertar que está ocurriendo algún daño en la pieza dentaria mediante la aparición del dolor. El tratamiento de conductos consiste en la extirpación del tejido pulpar, la limpieza y desinfección del espacio que lo contenía para posteriormente rellenar el interior del diente con un material resinoso que evita la proliferación bacteriana.

La realización de un tratamiento endodóntico no debería causar dolor ya que los procedimientos se desarrollan bajo el efecto de anestesia local. La mayoría de la veces el diente está dormido y no responde a los estímulos que normalmente producen dolor, como el frío, calor o la acción de la turbina. Solo en escasas situaciones, por ejemplo cuando existe una inflamación severa del tejido pulpar, el paciente puede sentir algún malestar que requiera el reforzamiento de la técnica anestésica. En ese caso, las molestias cederán después de complementar la anestesia inicial.

La principal indicación para realizar un tratamiento endodóntico es el daño irreversible del tejido pulpar. Este daño se produce en la gran mayoría de los casos por la invasión de bacterias desde el exterior del diente, por ejemplo por presencia de caries no tratadas o por la existencia de caries bajo obturaciones antiguas. Otras causas de daño pulpar irreversible son: restauraciones profundas y/o extensas, traumatismos dentarios, bruxismo, fracturas. El daño severo del tejido pulpar se manifiesta muchas veces con dolor intenso, hinchazón, calor local, pero otras veces sin dar ningún síntoma. A veces, el daño de la pulpa se identifica por un hallazgo radiográfico (sombra en el extremo de la raíz).
En algunas circunstancias es necesario realizar la eliminación de la pulpa antes de recibir una corona o rehabilitación extensa, ya sea por necesidad de anclaje en el interior de la raíz del diente o para evitar que el daño pulpar se produzca una vez terminado el tratamiento.

No, el tratamiento endodóntico es una parte del tratamiento integral del diente. Una vez finalizada la Endodoncia usted quedará con un cemento transitorio por unos días en espera de que el diente se recupere del tratamiento recibido. Después de 48 hrs usted debe acudir a su dentista tratante para recibir el tratamiento restaurador definitivo (obturación, corona o puente).

Las infecciones de origen dentario se pueden controlar con antibióticos pero por un período limitado de tiempo. Cuando cesa el efecto del fármaco, las bacterias vuelven a proliferar y se produce una reinfección, siendo cada vez más difícil combatirla debido a la aparición de resistencia microbiana. Para la resolución definitiva de la enfermedad, es necesario limpiar y remover el tejido infectado mecánicamente con la ayuda de agentes desinfectantes de alto nivel, acciones que son parte del tratamiento endodóntico.

La durabilidad de un diente tratado está sujeta a muchos factores, entre ellos al resultado del tratamiento endodóntico, a la calidad de la restauración posterior, al tipo de mordida del paciente, a los hábitos alimentarios, al cuidado del paciente etc. En general, un diente con un tratamiento endodóntico bien realizado y que ha recibido una adecuada restauración debe durar muchos años en boca.

Depende del pronóstico endodóntico, periodontal y rehabilitador del diente afectado. Cuando las posibilidades de éxito de conservar un diente en boca son altos, es preferible recibir un tratamiento endodóntico y resatauración en vez de un implante ya que el diente posee a su alrededor un tejido llamado periodonto que amortigua las fuerzas de la masticación y que hace que funcione mejor. Además, hay que considerar que los implantes están contraindicados en algunos pacientes y que éstos también tienen posibilidades de fracasar. Sin embargo, en ciertos casos, el implante si es una mejor opción de tratamiento. Se aconseja que si tiene dudas respecto de cuál tratamiento es mejor para usted, sea evaluado por un especialista con experiencia, quien puede determinar cuál será el resultado a mediano o largo plazo del tratamiento endodóntico.

Los tratamientos endodónticos tienen una tasa de éxito del 90-95% según la literatura científica. Existe un porcentaje bajo de casos (5-10%) en los que se puede producir un fracaso del tratamiento y esto se debe principalmente por fallas en la limpieza y sellado del interior del diente. También ocurre que hay pacientes que no acuden a realizarse la restauración definitiva ya sea por olvido o desconocimiento, produciéndose la fractura o desprendimiento del cemento temporal lo que causa la contaminación del tratamiento realizado. Cualquiera de estas situaciones obliga a repetir el tratamiento endodóntico como primera medida.

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